En verano, cuando el calor se instala, a menudo notamos que las ciudades se vuelven aún más sofocantes que el campo. Puede haber varios grados de diferencia entre una gran ciudad y el campo vecino. ¿Por qué? Este fenómeno tiene un nombre: la isla de calor urbana.
¿Qué es una isla de calor urbana?
Una isla de calor es una zona urbana donde hace notablemente más calor que en las zonas rurales circundantes. Durante las olas de calor, esta diferencia de temperatura puede alcanzar los 5 a 10 °C entre una ciudad y el campo.
Este fenómeno es especialmente visible por la noche: mientras que los campos y los bosques se enfrían rápidamente, las ciudades permanecen calurosas, como si conservaran el calor acumulado durante todo el día.
¿Por qué las ciudades retienen el calor?
Hay varias razones para ello:
El hormigón y el asfalto: Estos materiales absorben muy bien el calor del sol durante el día... y lo liberan lentamente por la noche. Por el contrario, los suelos naturales (hierba, tierra, bosques) se calientan menos rápido y se enfrían más rápidamente.
La falta de vegetación: Las plantas y los árboles refrescan naturalmente el aire gracias a un fenómeno llamado evapotranspiración (¡transpiran un poco como nosotros!). En la ciudad, hay mucha menos vegetación.
La contaminación y la densidad de edificios: Los edificios retienen el calor y bloquean el viento. Además, las actividades humanas (tráfico, aire acondicionado, industrias) producen calor por sí mismas.
¿Cuáles son los riesgos?
La isla de calor aumenta los riesgos para la salud, especialmente durante las olas de calor: dificultad para dormir, golpes de calor, estrés térmico... Las personas más vulnerables son las más expuestas.
Algunas ciudades actúan de diversas maneras, entre otras:
- Más árboles, parques y techos verdes
- Uso de materiales claros que reflejan la luz
- Reducción de coches y desarrollo de sombra urbana
Es una forma de hacer las ciudades más respirables, incluso cuando las temperaturas suben.